LA
TOMA DE DECISIONES
El objetivo es analizar las
circunstancias bajo las cuales las decisiones que se
toman en el ámbito organizacional
tienen un impacto mayor en la eficacia. Una de las
actividades que repetimos con mayor
frecuencia a lo largo de nuestra vida es la toma de decisiones. Las
organizaciones también viven
cotidianamente movidas por decisiones
que suceden sin interrupción.
Niveles
de decisión. Los pasos de la toma de decisiones
Los
niveles de decisión están
estrechamente vinculados con los
niveles jerárquicos de las personas. En la actualidad existe la
tendencia a dejar la capacidad de
elegir las decisiones de mayor peso en
manos de aquellos que enfrentan
directamente los problemas.
Las decisiones tienden
también a tomarse en grupo, más
que individualmente, pues el grupo
puede enriquecer el proceso de imprimir mayor energía y compromiso.
Sea cual sea el proceso elegido, los pasos que generalmente se siguen
en la toma de decisiones son los
siguientes:
1. Determinar cuál es el sistema sobre
el que se pretende establecer una decisión.
2. Determinar quiénes serán idóneos para
tomar decisiones.
3. Identificar las opciones o alternativas.
4. Identificar los atributos u objetos relevantes
5. Establecer algún mecanismo de
ponderación de dichas alternativas.
6. Elegir entre
las alternativas aquella que
mejor nos conduzca a los objetivos propuestos.
7. Verificar el impacto de la decisión
tomada para identificar los posibles ajustes que se requiera instrumentar.
La toma de decisiones
lógica y la toma de decisiones emocional.
Los seres humanos anhelamos con
frecuencia tener la capacidad de hacer
desaparecer nuestros sentimientos cuando
pretendemos tomar una decisión, pues los sentimientos suelen bloquear en muchos
casos una toma de decisiones adecuada. Pero se ha comprobado que los
sentimientos son indispensables para las decisiones racionales, ya que nos
dirigen hacia la dirección adecuada,
donde la lógica puede ser mejor utilizada.
La inteligencia emocional se basa en la
habilidad de la persona para identificar sus propios estados emocionales, en la
habilidad para manejarlos, para automotivarse, para reconocer emociones en los
demás y para establecer relaciones interpersonales. El desarrollo
adecuado de estas habilidades repercute favorablemente en la aptitud de la
persona parar elegir las mejores alternativas al momento de decidir.
Técnicas para decidir
Algunas técnicas son de gran utilidad,
porque proporcionan una guía sobre los pasos que se deben seguir para tomar la
decisión correcta.
1. Entrevista a expertos que son
considerados como tales por su amplio o profundo conocimiento sobre un tema en
particular.
2. Análisis de tendencias. Algunas situaciones
requieren ser analizadas de manera estadística (gráficos y tablas de datos),
que nos permitan darnos cuenta de las tendencias que siguen los fenómenos sobre
los cuales pretendemos decidir.
3. La técnica de Delphi, que consiste en
presentar a un grupo de expertos las posibles alternativas ante una situación
determinada, sin que ellos tengan acceso a comentar entre sí sus puntos de vista en relación con
las posibilidades de elección.
4. La técnica TKJ: Se emplea para
detectar posibles causas de los problemas, así como para proponer soluciones a
los mismos.
5. El árbol de las decisiones: Consiste
en diagramar los eventos posibles que se desencadenarían a partir de cada una de las alternativas que
consideramos para solucionar un problema determinado.
Estilos
comunes en la toma de decisiones en las organizaciones.
Los mejores métodos de la toma de decisiones son aquellos que
disminuyen al máximo los riesgos de: 1)
Analizar equivocadamente el problema y sus causas;2)Generar conflictos entre
los integrantes, provocados por ignorar a las personas importantes en la decisión
misma o en su implatación;3)Afectar negativamente la autoestima de los miembros
desmotivándolos y confundiéndolos; 4)Propiciar ineficiencia o improductividad
por complicar las funciones viales de la organización; 5) Elevar los costos de
operación, de mantenimiento o de cualquier tipo, por la falta de visión de los
encargados al tomarlas.
Cada
persona toma decisiones de manera muy personal, para ello pone en juego sus capacidades,
conocimientos y su estilo personal de administrar.
Estilos:
1. Autoritario: La persona de mayor
jerarquía, es quien posee la facultad de decidir lo que se tiene que hacer, su
voto determina la actividad de un grupo
de personas.
2. Administración participativa:
Consiste en consultar a quienes los gerentes
consideran que pueden brindarles información o puntos de vista valiosos
y proceder a la toma de decisiones.
3. Decisiones por mayoría: Método más
común, una decisión es correcta cuando es aceptada mínimamente por el 51% de
los integrantes del grupo.
4. Cabildeo: Es el convencimiento, uno
por uno, de los personajes que tienen
una mayor influencia sobre el resto de un grupo.
5. Consenso o unanimidad. Todos están
convencidos de que lo que han elegido es lo que verdaderamente desean hacer.
6. Concordancia: Acuerdo de actitudes,
sentimientos y corazones.
Repercusiones
psicológicas de los diferentes estilos de la toma de decisiones
Cada organización tiene sus propios
métodos para tomar decisiones dependiendo de su cultura y del estilo de liderazgo que se deriva de
ella.
En una cultura de amplia participación,
las decisiones tenderán a producirse tras serias deliberaciones, diálogos y a
veces confrontaciones entre los integrantes del grupo.
Cuando la cultura es represiva, de
desconfianza o propicia para los rumores, las decisiones tenderán a estar rodeadas de aparente claridad, rapidez y aceptación,
aunque en el fondo “en los pasillos”,
los miembros manifiesten sus verdaderos puntos
de vista al respecto.
El
poder de decidir
Cuando una persona es capaz de decidir sobre un aspecto determinado de su entorno o
de su vida, su autoestima crece, le proporciona una mayor seguridad acerca de
su competencia. Experimentar la competencia
constituye un elemento necesario para propiciar en los seres humanos la
confianza en sí mismos, que es indispensable para asumir riesgos.
Una de las recomendaciones que debería
seguir cualquier directivo que desee una organización poderosa es permitir que las decisiones sean
tomadas en el nivel organizacional más bajo posible.
Aun con la mejor metodología para tomar
decisiones, ninguna persona queda exenta de equivocarse, pues siempre, en
absolutamente todos los casos, decidir
tienen un componente de subjetividad.
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